Las propiedades medicinales de los rabillos de cereza más conocidas hacen referencia a su poder como diurético y depurativo. Los rabillos de cereza son ricos en taninos, y por tanto presentan propiedades astringentes, así como en sales de potasio. Son estas sales de potasio las que estimulan por un lado la producción de orina, mientras por otro ejercen el efecto antagonista del sodio habitual del potasio, favoreciendo el tratamiento de casos leves a moderados de hipertensión arterial.
Los beneficios de los rabillos de cereza como diurético le permiten tratar de manera segura edemas y problemas de piernas pesadas, incluso celulitis. Además se emplean como coadyuvantes en regímenes de adelgazamiento, en especial si el sobrepeso cursa con una excesiva retención de líquidos.
Al estimular la producción de orina, los rabillos de cereza favorecen el barrido de las bacterias presentes en las vías urinarias en caso de infecciones. Especialmente resultan efectivos en casos de cistitis.
Adicionalmente los beneficios de los rabillos de cereza se dejan sentir a nivel de los riñones, favoreciendo la eliminación natural de cálculos renales de pequeño tamaño. También están indicados en el caso de cálculos biliares.
El contenido en salicilatos de los rabillos de cereza aporta las propiedades febrífugas, antigripales y analgésicas de esta parte de la planta, pudiendo emplearse también como antirreumático.
Los rabillos de cereza se pueden consumir en forma de infusión o también en polvo criomolido en tiendas de productos naturales.