La própolis contiene diversos minerales como el hierro, el magnesio, el cobre, el cobalto, el cinc, el selenio, el silicio y el yodo, también contiene vitaminas como vitamina A y del grupo B, además de otros constituyentes que le confieren sus propiedades terapéuticas.
La própolis o propóleo es utilizada para prevenir y tratar procesos infecciosos (desde un catarro hasta una salmonelosis) ya que se ha demostrado que es eficaz contra diversas bacterias y hongos, ya sea destruyéndolos o modificándolos para que pierdan su actividad nociva.
Las sustancias que contiene dotan al propóleo de propiedades antiinflamatorias y cicatrizantes, siendo muy útil para las afecciones de garganta que suelen cursar con presencia de bacterias y de inflamación.
Hoy día la própolis se encuentra en numerosos productos ya que tomada de forma constante durante todo el año previene un gran número de enfermedades infecciosas constituyendo así una gran ayuda para nuestro sistema inmunitario.
Forma habitual de consumir Propóleo
El propóleo se puede consumir en forma de complementos nutricionales como comprimidos, spray oral, jarabes y dentro de otros alimentos enriquecidos con la misma, no tiene efectos tóxicos y no presenta ninguna contraindicación.