Cafeína y enfermedades cardiovasculares
La
cafeína es un alcaloide y se puede extraer de plantas que están distribuidas por todo el mundo. Se conoce desde hace centenares de años y desde la prehistoria el hombre consumía bebidas que incluían
plantas con cafeína.
Los
efectos de la Cafeína sobre el organismo son bien variados. Las repercusiones más significativas sobre los diferentes órganos del cuerpo humano tienen lugar sobretodo en el
sistema nervioso central y en el
aparato cardiovascular. Cuando se toman
dosis bajas de cafeína actúa como un
estimulante tanto para el tono muscular y frecuencia respiratoria como a nivel de la corteza cerebral, de manera que agudiza las funciones sensoriales y químicas, y reduce la sensación de
fatiga y el
decaimiento. Pero si se abusa de ella puede llegar a hiperexcitar los músculos y producir convulsiones.
En el aparato cardiovascular, tomar
cafeína actúa elevando la
frecuencia cardíaca, la contracción muscular del corazón y el
gasto cardíaco.
La cafeína es un vasodilatador de la circulación periférica y un
vasoconstrictor cerebral. Es buena antes de hacer deporte porque ayuda a liberar calcio en el músculo estriado, lo que es fundamental para el buen funcionamiento.
Efectos negativos de la Cafeína
Los
efectos secundarios de la cafeína están ligados sobretodo a su uso abusivo que genere grandes concentraciones en nuestro organismo. Las más frecuentes y conocidas son el
nerviosismo, el
insomnio,
náuseas o
pulso alterado... Más graves ya son
extrasístoles,
shock,
diarrea, etc. Aunque pueda resultar increíble, la cafeína también
crea dependencia, y esta es tanto psíquica como física. No está considerado una adicción, sino más bien una habituación del organismo.
Todo tiene sus beneficios y sus contrapartidas, por eso hemos de saber usarlo con moderación.