Qué son las Grasas Trans
Las grasas trans se obtienen por hidrogenación de los dobles enlaces de los aceites para obtener una textura sólida, como hacen con las margarinas. En ocasiones las fuentes intensas de calor, como puede ser lo que sucede en un proceso de horneado, producen también la hidrogenación de los aceites. Pero los grasas trans, poseen una estructura tridimensional diferente a la de las grasas sólidas convencionales, y en consecuencia tienen propiedades distintas. En la naturaleza no existen alimentos ricos en grasas trans.
Efectos perjudiciales de las Grasas Trans
Las
grasas trans no sólo
elevan el colesterol LDL (colesterol malo), al igual que sucede con las grasas saturadas naturales, sino que
reducen los niveles del colesterol HDL (colesterol bueno), que es el que puede contrarrestar en cierta medida los peligros de la hipercolesterolemia.
El resultado es que una
alimentación rica en grasas trans incrementa de manera alarmante el
riesgo de accidentes cardiovasculares, e incluso en edades tempranas provoca el endurecimiento paulatino de los vasos sanguíneos.
Al ser la bollería industrial y algunos alimentos precocinados las principales fuentes de grasas trans,
el consumo parece ser habitual en niños. Existe una gran diferencia entre un niño con un peso normal o un ligero sobrepeso pero que siga una alimentación equilibrada y otro niño con el mismo índice de masa corporal pero que consuma con frecuencia alimentos ricos en grasas trans: mientras en el primer caso no existe problema,
el niño que consume alimentos ricos en grasas trans tendrá más posibilidades de ser una adulto obeso o incluso de padecer diabetes si padece una predisposición genética a la enfermedad.
Debe quedar claro que
es el abuso y no el consumo ocasional
de alimentos ricos en grasas trans lo que perjudica la salud. Y por ser los niños como son, se puede intentar contrarrestar los pequeños desequilibrios nutricionales que suponen la ingesta moderada de bollería industrial acostumbrando a los pequeños a
consumir también cereales, o el típico bocadillo, e introduciendo
en su dieta frutos secos, en especial nueces, y
pescado azul.