Los brotes mungo o germinados mung se pueden consumir crudos o cocidos, como una buena adición para una dieta equilibrada, agregándose a ensaladas, sopas, sándwiches y platos específicos. Estos brotes tienen una muy baja densidad calórica y muy alta en fibra, dos condiciones dietéticas ideales para bajar de peso, pero además son muy ricos en proteínas y enzimas que potencian cualquier tipo de dieta.
Una taza de porotos mung proporciona aproximadamente 2 g de fibra dietética y este tipo de fibra en los alimentos vegetales ayuda a bajar los niveles de colesterol malo o LDL, además de suministrar vitamina C, combinación que reduce el riesgo a desarrollar enfermedades cardiacas especialmente a nivel coronario, además esta legumbre es casi libre de sodio y contiene solo 155 mg de potasio, composición favorable a la salud cardiaca.
Una de las ventajas saludables que destaca de los germinados o brotes mung es su capacidad para apoyar la salud ocular, reduciendo el riesgo de cataratas y degeneración macular, junto a una dieta saludable. Estos beneficios provienen en parte de la actividad antioxidante de la vitamina C, ya que una taza de brotes mungo ofrece cerca de 14 mg, casi una cuarta parte del valor diario recomendado para una dieta de 2,000 calorías.
Los brotes Mung poseen una gran riqueza en ácido fólico o vitamina B9, además de ser una buena fuente de selenio, calcio y cobre, que según la medicina natural favorece los procesos digestivos, indicándose especialmente para los casos de convalecencias. Así como su alto contenido en magnesio beneficia la correcta distribución del calcio en el organismo favoreciendo la fortaleza ósea, muscular y al sistema nervioso.
Su contenido en hierro es considerable, siendo éste un mineral básico para la protección inmunitaria y el transporte de oxígeno a través la sangre a todo el organismo, evitando el desarrollo de la anemia.