El magnesio contenido en las castañas de Cajú posee la capacidad de distribuir el calcio correctamente en todo el organismo, ya que ambos minerales actúan de modo sinérgico o sea que uno depende del otro, situación favorable para el sistema óseo y para evitar acumulaciones de calcio incorrectas principalmente en las articulaciones, que en los adultos mayores se endurecen dando paso a la artrosis.
Entre los beneficios de las castañas de cajú por su riqueza en magnesio y calcio, no solo destacan los relacionados a la salud ósea, sino además ayudan a reducir la frecuencia de los ataques de migraña, disminuye la presión arterial, ayuda a prevenir los ataques cardíacos, promueve patrones normales de sueño en las mujeres menopáusicas y reduce la gravedad del asma.
Solo un cuarto de taza de castañas proporciona el 25 por ciento del valor diario recomendado de magnesio.
Pero como si esto fuera poco el contenido de cobre en las castañas de cajú estimula las defensas orgánicas, ya que este mineral es un componente esencial de muchas enzimas y juega un papel muy importante sobre una amplia variedad de procesos fisiológicos, incluyendo la utilización del hierro, la eliminación de radicales libres, el desarrollo de hueso y tejido conectivo, así como la producción de piel y cabello.
Además el cobre contenido en las castañas de cajú es un componente esencial de la enzima superóxido dismutasa que cumple una función esencial en la producción de energía, así como la producción de defensas antioxidantes esencial de muchas enzimas catalizadoras de innumerables funciones vitales.
Para tener muy en cuenta: Los frutos secos como las castañas de cajú han pasado a ocupar un papel preponderante en los programas dietéticos destinados tanto para la pedida de peso corporal, como para la recuperación de la salud después de una convalecencia o enfermedad nutricional, por ejemplo la bulimia y la anorexia, debido a su gran contenido de nutrientes y valor energético.