Los dátiles son los frutos que han acompañado al hombre desde tiempos remotos, brindándole energía y salud en los lugares más agrestes del mundo. Además de su gran contenido en azucares los dátiles poseen una buena cantidad de vitaminas y minerales, entre las primeras cuenta con las del complejo B y la vitamina C o vitamina de las defensas orgánicas, según los estudios nutricionales de la Universidad de Cornell.
Estos frutos dulces representan pequeñas reservas de energía, ya que prácticamente hasta el 80 por ciento de su carne es combustible natural o hidratos (en su forma desecada) a los cuales el cuerpo puede acceder fácilmente. A este aporte energético se suma un gran aporte de minerales tales como; calcio, potasio, cobre, azufre, hierro y magnesio, combinación ideal para el mantenimiento de las funciones orgánicas en todos sus niveles.
Según los especialistas de Cornell, por cada 100g de dátiles aportan aproximadamente 8g de fibra, de la cual la mayor parte es del tipo insoluble, lo que significa que su principal efecto orgánico se traduce en añadir volumen a las heces y ayudar a la movilidad intestinal evitando el estreñimiento. Pero además el pequeño porcentaje de fibra soluble que poseen los dátiles favorece la reducción de los niveles totales de colesterol, al incrementar los niveles de colesterol bueno o HDL.
Los dátiles son muy bajos en contenido graso, ya que cada 100g sólo contiene un gramo de grasa saturada, que en esta proporción son saludables.
Como remedio casero en medio oriente se han utilizado desde el principio de los tiempos para elaborar jarabes naturales para la tos o para tratar distintas dolencias de la garganta, así como también como base de preparados energizantes destinados a los convalecientes de enfermedades, para recuperarlos con mayor rapidez.