El té de cebada ha sido utilizado tradicionalmente para mejorar la digestión y como un poderoso desinfectante de las vías urinarias, entre otras aplicaciones, pero destaca por su capacidad desintoxicante natural que favorece a todos los niveles de la salud, sumado a su elevada capacidad antioxidante que protege contra los efectos nocivos de los radicales libres, origen de enfermedades graves.
El té de cebada tostada posee la capacidad de interferir con la absorción de los estreptococos orales, según un estudio publicado en la "Revista de Agricultura y Química de Alimentos", así como investigadores italianos evaluaron su capacidad inhibir la colonización bacteriana y su adhesión a las piezas dentales, que deriva en la formación de placa y ésta es productora de caries dentales.
El té de cebada tiene propiedades antioxidantes que según un equipo de investigadores japoneses de la Universidad de Shizuoka analizó sus efectos sobre el peroxinitrito, un oxidante inestable que puede conducir a la muerte celular y a graves complicaciones de salud, incluyendo enfermedades cardiovasculares, inflamatorias y neurodegenerativas.
La investigación llevada a cabo determino la presencia de 10 sustancias químicas contenidas en el té de cebada que son capaces de eliminar a este perjudicial oxidante.
Otra de las propiedades saludables que ofrece el té de cebada es la de mejorar la fluidez de la sangre, una propiedad indispensable para mantener una buena salud general principalmente en los adultos mayores, ya que la viscosidad sanguínea elevada puede causar problemas tales como la formación de trombos sanguíneos que deriven en un accidente cerebro-vascular o un ataque cardiaco, así como también eleva el riesgo de hipertensión arterial, el asesino silencioso.
Fueron los investigadores japoneses quienes descubrieron esta importante propiedad del té de cebada tostada relacionada a la fluidificación sanguínea, la cual aumentó en proporción directa a la presencia de alkylpyrazine, una sustancia contenida en el té.