La vitamina C para los fumadores es muy importante ya que el tabaco tiene múltiples efectos muy negativos sobre nuestra salud y uno de ellos afecta directamente a este micronutriente. Esta vitamina realiza importantes funciones en nuestro organismo: interviene en la síntesis de colágeno por lo que es esencial para los huesos y los vasos sanguíneos, es un potente antioxidante que neutraliza los efectos negativos de los radicales libres, juega un importante papel en el sistema inmunitario previniendo las infecciones y resulta imprescindible para que el hierro se absorba de la forma correcta.
En las personas que fuman de forma habitual la renovación metabólica está acelerada, esto significa que el cuerpo renueva sus componentes de forma más rápida a la habitual y por este motivo no se aprovecha la vitamina C y los contenidos de ésta son mucho menores en fumadores que en personas no fumadoras.
Es por este motivo que los requerimientos de vitamina C en los fumadores es mayor y por tanto no debe faltar en su dieta, a fin de lograr un correcto funcionamiento del organismo y unas buenas defensas en lo que depende de esta vitamina.
La cantidad de vitamina C recomendada oscila entre los 60 y 100 milígramos pero en el caso de los fumadores esta cantidad se ve aumentada hasta los 140 milígramos, por lo que deben asegurarse de ingerir bastante vitamina C de forma diaria.
Una buena opción es tomar un zumo de naranja de forma diaria o bien tomar una pieza de esta fruta al día. Además, también es importante tomar de forma diaria un plato de vegetales verdes, como por ejemplo pueden ser espinacas, acelgas, judías verdes, ensalada... Además, el otoño es una época idónea para tomar estos alimentos en forma de purés.
Finalmente es importante aclarar que no existe mejor forma para evitar estos problemas que el abandono completo y definitivo del tabaco.