La rúcula cruda ofrece además de su riqueza en vitamina K, proteínas, fibra, vitaminas y minerales. Según los informes de los centros especializados en nutrición, media taza de rúcula contiene 10,9 microgramos de vitamina K, que se traduce en el 14 por ciento de la ingesta diaria recomendada.
La vitamina K es conocida como la vitamina de la coagulación, ya que juega un papel clave en la prevención de hemorragias provocadas por un corte o una herida profunda, así como también en los casos de úlceras, pero además esta vitamina también ayuda a mantener los huesos fuertes, al favorecer las funciones formadoras del tejido óseo.
Lo que debemos tener en cuenta es que sí se toman medicamentos anticoagulantes, lo ideal es hablar con su médico antes de agregar alimentos ricos en vitamina K en la dieta, como en el caso de la rúcula, ya que podría contrarrestar los efectos de los anticoagulantes.
La rúcula también es rica en otras vitaminas que ofrecen beneficios para la salud, así por ejemplo una porción de media taza contiene 237 UI de vitamina A, que se traduce en el 5 por ciento de los valores diarios recomendados. La vitamina A contenida en la rúcula se presenta en forma de carotenoides o beta-caroteno, luteína y zeaxantina, sustancias que desempeñan un papel importante sobre la salud ocular.
La vitamina A también ayuda a mantener la piel sana y las membranas mucosas saludables, otras vitaminas que se encuentran en rúcula pero en cantidades mucho más pequeñas son; la vitamina C y dos de las vitaminas del grupo B, folato y riboflavina.
En lo que respecta a su contenido mineral, la rúcula ofrece en una porción trazas de; calcio, manganeso, hierro, magnesio, fósforo, potasio y sodio, a los que se suman una cantidad de proteína y fibra.