En la dieta de un niño cuando consume frutas, verduras o granos, la riqueza en fibra de estos alimentos sumado a los azúcares, vitaminas y minerales serán absorbidos a través de la pared intestinal hacia el torrente sanguíneo, sin embargo la fibra permanecerá en el interior de sus intestinos estimulando a los movimientos intestinales, para evitar el estreñimiento a la vez de ayudarle a mantener un peso saludable, controlando los niveles de glucosa en sangre y reduciendo ya de edad temprana su riesgo a desarrollar enfermedades del corazón.
Los niños deben obtener por lo menos 10g de fibra básicos a diario de los alimentos, sumando de a un gramo adicional por cada año de edad, así por ejemplo un niño de 3 años de edad, necesita un mínimo de 13 g de fibra al día.
La mejor forma de incorporar fibra en la dieta de un niño es a través de alimentos como; granos enteros y fruta fresca para el desayuno.
Para lo cual se deberá elegir un cereal listo para comer de grano entero, tales como copos de trigo integral o bien 1/2 taza de cereal cocido de grano entero, como la avena o 1/2 taza de arroz integral, para sumarle las mejores frutas proveedoras de fibra, por ejemplo; los arándanos, las moras, las fresas y los plátanos, ya que además combinan muy bien con los cereales en el desayuno.
Para los almuerzos escolares se deberá incrementar la ingesta de fibra con opciones tales como legumbres cocidas, sopa de guisantes o alubias, con un panecillo de trigo integral hecho en casa y como postre una manzana con la piel intacta, una naranja o un puñado de frutos secos, como los higos o dátiles y su aporte de fibra ya estará cubierto.
Con respecto a los refrigerios o tentempiés para los niños, en vez de prohibirlos entre las comidas se puede hacer hincapié en frutas y verduras ricas en fibra como; zanahorias, pasas de uva, ciruelas o pequeñas raciones de frutos secos y semillas, como nueces, almendras y girasol.