La capuchina es una planta originaria de América del sur, que fue introducida en Europa con fines ornamentales, y pese a ser éste el principal motivo de su cultivo, los beneficios de la capuchina en el tratamiento de determinadas enfermedades han sido más que probados.
Una de las propiedades medicinales de la capuchina más interesantes es su poder como antibiótico natural, tanto en su uso por vía interna como en aplicaciones locales.
Además, mediante su uso tópico, la capuchina estimula la circulación sanguínea periférica, por eso se suele usar en tratamientos naturales y en cosméticos para ayudar a frenar la caída del cabello debida a causas no hormonales, al estimular el aporte de nutrientes al folículo piloso.
Las partes comestibles de la planta son fuente importante de vitaminas, en especial de vitamina C, por lo que a su efecto antibiótico natural se le suma la acción estimuladora de las defensas del organismo. La capuchina previene el escorbuto.
La capuchina se puede emplear para estimular el apetito, y es conocida por sus propiedades diuréticas.
También aparece en mezclas de plantas medicinales para el tratamiento de catarros por sus propiedades expectorantes.
Uno de los beneficios más interesantes de la capuchina está relacionado con su acción cardiotónica y vasodilatadora, motivo por el cual la capuchina es una planta medicinal que ayuda a prevenir accidentes cardiovasculares.
La capuchina puede consumirse cruda, al vapor, en forma de jugo o en comprimidos, pero debe tenerse precaución pues no todas las partes de la planta son comestibles.