El jengibre y el ajo son dos hipotensores naturales muy poderosos, lo que se traduce en efectos contundentes para reducir los niveles de presión, por ello se debe tener muy en cuenta que pueden interactuar con medicamentos relacionados a los trastornos circulatorios o cardiovasculares, por lo cual deberán ser controlados por un profesional.
El ajo es conocido por sus propiedades antibióticas, anti fúngicas y antisépticas, utilizándose a menudo como un suplemento dietético para reducir el colesterol, propiedades que numerosos estudios apoyan remarcando sus potenciales efectos anticancerígenos, por su riqueza en compuestos azufrados, según la universidad norteamericana del estado de Iowa.
Estos compuestos azufrados promueven la salud, pero solo están presentes en los dientes de ajo fresco, cuando se trituran y se expone al aire, siendo los responsables de las propiedades anti-bacterianas comparables con la penicilina, de acuerdo con el Clayton College of Natural Health.
El jengibre se ha utilizado en la medicina tradicional china durante miles de años y de acuerdo con la Universidad de Texas su uso ha sido principalmente dirigido a trastornos digestivos, como náuseas, mareos y pérdida de apetito, siendo numerosos los estudios avalan su efectividad para estos fines. El jengibre aumenta la absorción de calcio por el corazón, situación que tiene efectos reductores de la presión arterial alta, pero se debe tener en cuenta que sólo el jengibre fresco produce este efecto benéfico sobre la salud.
Los componentes activos del jengibre pueden variar ampliamente de una planta a otra, por lo cual sus efectos beneficiosos no se pueden prever con total seguridad.
Se deberá tener muy en cuenta que el consumo de ajo y jengibre diluye la sangre, dando lugar a un riesgo de hemorragia en los casos de enfermedades sanguíneas medicadas con principios activos destinados a modificar los parámetros de coagulación (tratamientos anticoagulantes) con el fin de alivianar la sangre, por lo cual estos dos elementos naturales interactuarían con ellos y en casos extremos pueden llegar a causar hemorragias internas.