Hay diferentes tipos de diabetes, la insulinodependiente o diabetes de tipo I y la diabetes de tipo II. En ambas el objetivo es que los niveles de glucosa sean similares a los que poseería una persona sana y se mantengan estables en el tiempo.
La glucosa puede ser absorbida de forma rápida o lenta, esto depende del alimento dónde esté contenida. La glucosa que se absorbe de forma lenta es la que está presente en alimentos como el pan, los cereales, la patata… Y la glucosa que es absorbida por el organismo de forma rápida es la que contienen los alimentos con azúcares más simples tales como los zumos, las bebidas azucaradas, los dulces y las frutas.
En ambos tipos de diabetes lo más saludable es que la glucosa se absorba de forma lenta para que así no se produzcan picos altos de glucosa en sangre, para esto es importante ingerir glúcidos de absorción lenta aunque también hay otros alimentos que ayudan a que la absorción de la glucosa se retrase. Éstos son por excelencia los alimentos con fibra, la fibra hace que la glucosa se absorba de manera más estable, más lenta y continuada en el tiempo, evitando así que la glucosa ascienda bruscamente.
Los alimentos con fibra por excelencia son las hortalizas tales como la lechuga, las acelgas, las espinacas, las coles… y toda la verdura de hoja verde. Si las hortalizas se toman como primer plato antes de ingerir los hidratos de carbono, después, la absorción de la glucosa se dará de forma más lenta y será más fácil poder controlar los niveles de glucosa.