El Diente de León es una planta silvestre de raíz pivotante, considerada una plaga para los jardines y una bendición para los herbolarios. Crece en todo el mundo y además de ser una excelente medicina natural, es comestible, tanto sus hojas como raíces y flores-
En sus hojas el diente de león contiene; vitaminas A, complejo B, C y D, además de minerales básicos para la salud como el hierro, zinc y potasio, siendo éste último el que le confiere efectos diuréticos o que promueven la producción de orina, pero a su vez recompone la pérdida del mineral que se produce a través de la misma orina, manteniendo así el equilibrio.
Los nativos americanos utilizaban el diente de león para tratar particularmente las enfermedades renales y problemas digestivos, de acuerdo con la Universidad de Maryland, eligiendo las raíces para este tipo de tratamientos ya que éstas producen efectos antivirales que al combinarse con otras hierbas potenciaban además las propiedades antibacterianas, las cuales lograban controlar las infecciones urinarias, muy comunes en la población femenina.
Un estudio publicado en el "Journal of Ethnopharmacology" demostró como el diente de león podía reducir las infecciones a nivel del tracto urinario, al estimular la producción de orina, evitando así la adhesión de las bacterias en las células que recubren la pared de la vejiga.
Esta capacidad de la planta medicinal para evitar las infecciones de vejiga, a su vez evita las que se producen a nivel renal, ya que son las bacterias que ascienden por la vejiga las que atacan a los riñones.
Resúmen: Diente de León, problemas renales, infecciones urinarias
Los investigadores concluyen a través de los estudios que el diente de león puede representar una alternativa natural muy útil y segura para tratar problemas renales, ante los antibióticos convencionales, los cuales en la actualidad están demostrando ineficacia para combatir las infecciones, ya que las nuevas cepas de bacterias han aprendido a defenderse de ellos.