Alimentos para Tratar o Evitar los Cálculos en la Vesícula
Cómo evitar los cálculos o piedritas en la Vesícula Biliar con una Alimentación adecuada.
La vesícula biliar es un reservorio de bilis, sustancia que produce el hígado y la deposita en ella, para que se encargue de suministrarla a los procesos digestivos y así favorecerlos.
Los muy conocidos popularmente como “ataques de vesícula”, son el resultado de distintas patologías, pero las más comunes son las relacionadas a la formación de cálculos o piedras en la vesícula de distinta composición, que suelen gestarse por una mala alimentación, llegando a la cirugía en casos extremos.
El termino médico que reciben las populares piedras en la vesícula biliar es “colelitiasis”, condición en el que una masa endurecida puede provocar un bloqueo en los conductos biliares, por donde circula la bilis generando un cólico caracterizado por un dolor muy agudo y a veces insoportable.
Ciertos alimentos pueden empeorar la intensidad de un ataque de vesícula biliar o los hacen más propensos a manifestarse con asiduidad, pero también hay alimentos que pueden ser capaces de prevenir la formación de los cálculos biliares y otras formas de enfermedad que afecta a la vesícula biliar.
Según la Universidad de Pennsylvania área de Cirugía Gastrointestinal, la bilis es secretada para ayudar a digerir las grasas, por ello todos los alimentos ricos en ellas como frituras y pasteles e incluso las carnes que contienen grasas saturadas, son responsables de intensificar o provocar un ataque de vesícula biliar.
En cambio las grasas saludables como las mono o poliinsaturadas, contenidas en productos vegetales como las semillas de lino, frutos secos, aceite de oliva y aceite de pescado entre otros, ricos en ácidos grasos omega-3, no estimulan ataques de la vesícula biliar, por ello las personas que comen una dieta mediterránea rica en ácidos grasos saludables, no atraviesan generalmente por enfermedades relacionadas a la vesícula biliar.
Otro factor desencadenante de enfermedades en la vesícula son los carbohidratos refinados, cuando se consumen en grandes cantidades como los contenidos en el pan blanco, pastas y arroces, todo ellos posibles inductores de ataques de vesícula, ya que el culpable en este caso es el azúcar, porque este tipo de carbohidratos se convierten en azúcar una vez el cuerpo los procesa y las personas con altos niveles de azúcar en la sangre o que padecen de diabetes, son más propensas a sufrir problemas de la vesícula biliar.
