La artritis representa una enfermedad inflamatoria y dolorosa, que es característica en los adultos mayores y que puede llegar a limites invalidantes, ya que la inflamación hace imposible el desarrollo normal de las actividades en las personas que la padecen, afectando su vida cotidiana en lo que respecta a las tareas simples o ejercicio y fundamentalmente en el trabajo.
La inflamación tiene su origen en sustancias químicas de las células blancas de la sangre que son liberadas a los tejidos cuando una sustancia extraña es detectada a modo de defensa, estimulando el aumento del flujo sanguíneo hacia esa área, derivando en calor y enrojecimiento con fugas de líquido a los tejidos que motivan la hinchazón. Así la hinchazón y la inflamación estimulan los nervios sensoriales y causan dolor, pero también la inflamación y el dolor en las articulaciones causa un desgaste del cartílago, según la Arthritis Foundation.
El azufre que contienen los alimentos donde se incluyen los alimentos picantes, cambian el nivel de pH de la sangre, provocando que sea ácido, por lo tanto un exceso de alimentos picantes sobrecarga el trabajo renal, lo que conduce a que la sangre se vuelva más ácida, llevando a un deterioro del hueso y aumento de la inflamación, íntimamente asociado con el dolor articular.
Los que ya tienen deterioro de los huesos a través de enfermedades como la osteoporosis puede experimentar el dolor en las coyunturas de forma más aguda tras el consumo de la comida picante, ya que el consumo excesivo de alimentos muy picantes prolongan el dolor, sin embargo un consumo moderado o ligero puede llevar a los niveles de pH a la normalidad.
Para tener en cuenta: Como todo en la vida, los excesos llevan al desequilibrio y en lo que respecta a la salud se traducen en la enfermedad.