Las grasas contenidas en alimentos enteros de fuentes naturales como el aguacate, los frutos secos y pescados, ofrecen beneficios para la salud de gran alcance, tanto para alejar enfermedades como para controlar o disminuir el peso corporal.
Las grasas han adquirido mala reputación, pero lo que debemos saber es que la grasa no es algo que se deba evitar en una dieta, ya que se trata de un grupo nutricional esencial para el crecimiento y desarrollo orgánico normal, brindando energía al organismo para que cumpla con sus funciones eficientemente, protegiendo nuestros órganos, manteniendo la salud de las membranas celulares y ayudando al cuerpo a absorber y procesar los nutrientes, entre otras cosas.
Tienen la capacidad de estimular energéticamente al metabolismo lo cual se traduce en una mayor eficiencia para la quema de calorías por parte del sistema, por lo cual hoy una corriente de especialistas recomiendan su consumo debiendo representar un tercio de las calorías en cualquier plan para reducir el peso corporal, por supuesto eligiendo las adecuadas.
No todos los alimentos ricos en grasas son buenos, ya que estas son diferentes, así por ejemplo las contenidas en alimentos procesados como es el caso de las comidas rápidas, que son del tipo saturado están consideradas como insalubres e inductoras al aumento de peso.
Pero las contenidas en alimentos de origen natural, como frutos y pescados, son del tipo mono y poliinsaturados o ácidos grasos saludables que estimulan el buen funcionamiento orgánico y por lo tanto también regulan o controlan el peso corporal.
La mayor parte de la grasa que consumimos si deseamos reducir de peso corporal debe provenir de fuentes naturales o sea del tipo no saturado, como es el caso de los pescados, semillas, nueces, vegetales de hoja verde, aceite de oliva.
Además estos tipos de grasas, no solo nos ayudarán a reducir el peso corporal, sino que además se ocuparán de eliminar de forma natural el colesterol LDL o malo para la salud de las arterias.