Las piedras en el riñón también conocidas como cálculos renales son cristales que se forman en el riñón y al desprenderse obstruyen las vías urinarias provocando síntomas como un intenso dolor característico de esta enfermedad, conocido como un cólico nefrítico.
No todos estos cristales que constituyen las piedras en el riñón tienen la misma composición, y dependiendo de ésta podemos prevenirlos cambiando algunos hábitos de alimentación.
Los más comunes y aquellos que pueden verse beneficiados de eliminar de la dieta algunos alimentos son los de oxalato cálcico y ácido úrico.
Para evitar piedras en el riñón mediante la alimentación y en concreto prevenir la aparición de cálculos de oxalato cálcico por un lado es importante tener un consumo moderado de calcio. Si bien es necesario tomar productos lácteos (sobre todo en períodos menopáusicos) no es necesario un consumo excesivo para mantener nuestros huesos fuertes.
Paralelamente es necesario restringir también aquellos alimentos ricos en oxalato tales como las espinacas, el chocolate, el café, los frutos secos o el salvado de trigo.
Como ya hemos dicho, algunas piedras en el riñón se forman a partir del ácido úrico. Una alta cantidad de ácido úrico en sangre por sí sola constituye una enfermedad llamada hiperuricemia o enfermedad de la gota. En un 50 % las personas que padecen cálculos de ácido úrico sufren también de gota. Para evitar esto es imprescindible ingerir los alimentos proteicos con control.
El ácido úrico se forma a partir de las carnes y el marisco así que para mantener unos niveles adecuados en sangre se recomienda ingerir más pescado que carne, la carne preferiblemente blanca y tomar de forma esporádica el marisco.
En ambos casos un buen modo de prevenir las piedras en el riñón es mantener una correcta ingesta de agua, alrededor de dos litros diarios ya que esto permite diluir la orina y así dificultar que se sature y se formen cristales.