El consumo de cereales integrales y su fibra dietética ha demostrado tener la capacidad para reducir el riesgo de presión arterial alta y su consecuencia directa, los ataques al corazón, según investigadores de Harvard que llevaron a cabo estudios sobre los efectos del consumo de cereales y su incidencia en el riesgo a desarrollar insuficiencia cardíaca.
En dicho estudio después de ajustar factores de confusión tales como la edad, el tabaquismo, el consumo de alcohol, el consumo de vegetales, el uso de vitaminas, ejercicio y el historial de las enfermedades cardiacas, encontraron en los hombres que consumían un tazón diario de grano entero (no refinado) por las mañanas, que tenían un 29 por ciento menor de riesgo a padecer insuficiencia cardíaca.
La fibra contenida en los granos integrales o enteros que se consumen en un desayuno saludable, se traducen en la mejor prevención para nuestra salud cardiaca, ya que no solo regula los niveles de colesterol malo o LDL a nivel intestinal mejorando el equilibrio del colesterol total, sino que además reduce el apetito favoreciendo el control del peso corporal, cuyo exceso es determinante también para la salud de nuestro corazón.
La reducción de la presión arterial en los casos hipertensivos, es uno de los beneficios destacables del efecto de la fibra contenida en los granos enteros y esta condición además de poder provocar ataques cardiacos, puede desencadenar un ataque cerebro-vascular.
Para tener en cuenta: cuando los investigadores analizaron los efectos de una dieta rica en fibra obtenida a partir de los granos enteros, como trigo y otros cereales, descubrieron que ofrece además una protección significativa contra el cáncer de mama en mujeres pre-menopáusicas. Por lo cual la fibra dietética tiene una gran incidencia sobre el desenlace del estado menopaúsico de las mujeres, previniendo en gran medida sus consecuencias como es el caso del desarrollo de esta terrible enfermedad.