Las hojas de lechuga contienen fibra, vitaminas, calcio, ácido fólico y antioxidantes tales como la vitamina C, beta-caroteno, luteína, zeaxantina y saponinas, los cuales en su conjunto protegen la salud a largo plazo al luchar contra los efectos negativos de los radicales libres, moléculas capaces de producir daño celular y generar enfermedades tan graves como el cáncer.
La vitamina C contenida en la lechuga es un potente antioxidante natural que estimula las defensas orgánicas ayudando a la protección general contra bacterias, gérmenes, virus y de los radicales libres, que según la Universidad de Colorado, el contenido de la vitamina en la lechuga es de 24 mg por cada 100 grs y con solo pequeñas cantidades protege a las moléculas de ADN y ARN de los contaminantes y las toxinas responsables del daño oxidativo.
Beneficios de la luteína y la zeaxantina
La luteína y la zeaxantina son carotenoides o pigmentos que brindan color a las frutas y hortalizas, los cuales son sintetizados por la lechuga ya que contiene 2.312 microgramos de ambos carotenoides y éstos se encuentran en el cristalino y la retina de los ojos, por lo tanto ayudan a retrasar los problemas de visión relacionados con las enfermedades oculares de la vejez como la degeneración macular y las cataratas.
Otro antioxidante de la lechuga
La lechuga contiene 5.807 UI de vitamina A por cada 100 gramos y ésta ofrece beneficios antioxidantes que protegen las membranas mucosas y de la piel, estimulan el sistema inmunológico y reducen la inflamación. La vitamina A contenida en la lechuga se encuentra en forma de beta-caroteno, un carotenoide que es un antioxidante activo vinculado a un menor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer y enfermedades del corazón. La lechuga contiene 3.5 microgramos de beta-caroteno por cada 100 gramos.
Otro componente importante contenido en la lechuga son las saponinas o fitoquímicos cuyos compuestos especiales actúan como antibióticos naturales, ya que brindan protección a los vegetales contra las bacterias dañinas y hongos. Estos compuestos de nutrientes también proporcionan beneficios para la salud a los seres humanos actuando como antioxidantes que ayudan a combatir las enfermedades y el envejecimiento, así como reducir los niveles de colesterol en la sangre.