La glándula tiroides además de intervenir en el funcionamiento metabólico y este en la producción de energía, también tiene una estrecha relación con los estados de ánimo positivos y la regulación del peso corporal.
Su correcto funcionamiento es prioritario para la salud y ciertos alimentos la fortalecen manteniéndola saludable, evitando el desarrollo de enfermedades como el hipo e hipertiroidismo, bocio, etc., así como también ayudando a los tratamientos médicos.
Entre los alimentos específicos para mantener saludable la glándula tiroides mencionaremos los más importantes, a saber;
Los cereales integrales contienen todos los nutrientes de la planta o grano original, por lo tanto son muy ricos en; fibra, vitaminas, minerales y proteínas, comparados con los cereales refinados como la harina blanca que se encuentra desprovista de nutrientes esenciales y es muy rica en calorías vacías. Los granos enteros son alimentos de bajo índice glucémico, lo que se traduce en una mayor capacidad para promover los niveles de azúcar en sangre y ayuda a controlar el aumento del apetito que está íntimamente relacionado con el aumento de peso corporal.
Según una investigación publicada en "Anales de la oncología”, el bajo índice glicémico de los alimentos también puede proporcionar protección contra el cáncer de tiroides. Por ello si se desea aprovechar los beneficios de los granos enteros para la salud de la tiroides, lo ideal es reemplazar los alimentos elaborados con productos refinados como pan, pasta, arroz y bocadillos, por los elaborados con granos integrales, como avena, arroz integral, arroz salvaje, quínoa, cebada y maíz.
Las frutas y verduras son fuentes ricas en antioxidantes que ayudan a proteger el cuerpo contra las enfermedades y las infecciones, por lo cual con respecto a la salud de la tiroides, aumentar el consumo de alimentos ricos en antioxidantes es lo ideal, entre ellos los más ricos son; los pimientos, tomates, fresas y cítricos, todos ellos pueden ayudar a reducir los síntomas de la tiroides hiperactiva.
Las grasas juegan un papel importante en la salud general favoreciendo la absorción de ciertos nutrientes, regulando el colesterol y promoviendo la función cerebral. Los aceites de origen vegetal, como la canola y el aceite de oliva, contienen grasa mono-insaturada y ésta favorece la salud cardiovascular, pero además reduce los síntomas de hipertiroidismo.