La artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria dolorosa y en casos graves puede llegar a ser invalidante ya que afecta la movilidad de las articulaciones, pudiendo llegar a dañarlas en el largo plazo.
Lo que debemos saber es que no existe una cura total para esta enfermedad, por ello entra en la categoría de crónica, sin embargo hay varias opciones de tratamiento para controlar sus síntomas y detener su avance, los cuales se ven favorecidos o potenciados cuando se acompaña con una alimentación específica.
Los peces de agua fría como el salmón, el arenque, la caballa y el atún contienen altas niveles de ácidos grasos saludables omega-3 y éstos son poderosos antinflamatorios naturales, por lo cual ayudan a reducir la inflamación en pacientes con artritis reumatoide. Según los últimos estudios nutricionales se encontró en las personas que consumían una dieta alta en ácidos grasos omega-3, que tenían una menor propensión a desarrollar enfermedades inflamatorias.
Los suplementos de aceite de pescado son recomendados para aliviar la rigidez articular y el dolor, además de ayudar a reducir el uso de medicamentos para el dolor, sin embargo este tipo de suplementos debe ser recetado por el profesional que se encuentre a cargo del tratamiento.
Las semillas de lino, su harina o aceite contienen una cantidad significativa de ácidos grasos omega-3, ácidos grasos omega-6 y lignanos, éste último es un componente similar a la fibra. La medicina natural recomienda el consumo de una onza de harina de linaza o 2 cucharadas de aceite de linaza a modo de complemento nutricional diario, que según Arthritis Today, este aceite vegetal ayuda a lubricar las articulaciones y proporciona alivio del dolor, así como alivia la rigidez característica de la condición.
Consejo saludable; siempre se debe consultar con un profesional antes de incorporar alimentos que puedan alterar las condiciones de salud, a pesar de que sean naturales, ya que se debe evaluar profesionalmente si pueden interactuar con algún medicamento.