La medicina herbolaria tradicional ha utilizado el espino por sus beneficios para mantener sano el corazón por siglos, pero hoy la investigación científica ha comprobados sus efectos saludables y apoya su utilización para ciertos casos que afectan a salud cardiovascular, reservando su uso a nivel profesional.
El extracto de espino es considerado como una alternativa natural en lo que respecta a la dilución o adelgazamiento de la sangre ante las drogas actuales, según un estudio realizado en el Departamento de Farmacología de la Universidad de Anadolu, en Turquía, se demostró su eficacia para la prevención de coágulos sanguíneos, concluyendo que el espino hace la sangre más delgada con un perfil de efectos secundarios muy bajo, a diferencia de los medicamentos tradicionales. Sin embargo no se debe utilizar cuando se atraviesa por tratamiento relacionado con los factores de coagulación sin supervisión.
La hipertrofia del músculo cardíaco se traduce en un signo de insuficiencia cardíaca, pero podría prevenirse con el uso del espino, según un estudio realizado en la Universidad de Michigan, publicado en el diario de "Farmacoterapia".
Además la planta brinda protección al corazón ante una forma de lesión rebote conocida como; “isquemia-reperfusiva”, la cual a veces suele producirse después de la privación de oxígeno, según un estudio llevado a cabo en la Academia de Medicina China en Beijing.
Se debe tener en cuenta la posibilidad de interacción entre el espino y otros medicamentos, como la “digoxina” en la insuficiencia cardiaca congestiva de drogas, según los especialistas de la Universidad de Texas, ya que si bien el espino actúa en el mismo sitio de unión en las células del corazón que la digoxina, tiene un efecto más suave, pero la utilización de ambos puede resultar en una interferencia desfavorable, por ello debe ser evaluado su uso solo en forma profesional.