El té de menta según distintas investigaciones favorece la pérdida de peso, interviniendo en el proceso su aroma, ya que tendría la capacidad de reducir el apetito naturalmente, según un estudio de la Universidad Jesuita de Wheeling citado en el New York Times.
Esta planta originaria de África del Sur, América del Sur, Australia, Europa y Asia, posee un principio activo llamado mentol, responsable de su característico aroma y propiedades antisépticas.
Según investigadores de la Universidad de Wheeling, Virginia, han descubierto que el olor de la menta puede tener efectos supresivos del apetito, según informa el New York Times, de acuerdo con un estudio llevado a cabo sobre 40 personas, a las que se les pidió olfatear menta cada dos horas durante cinco días y después de dicho periodo se les dio un placebo.
Como resultado durante los días que olfatearon menta, consumían solo 1.800 calorías totales, una cantidad menor a su ingesta habitual. Además la menta en algunas personas alivia la hinchazón abdominal, otro efecto favorable sobre la figura, sin embargo más allá de la estética las propiedades benéficas de la menta mejoran los dolores de cabeza, irritaciones de la piel, la ansiedad asociada con depresión, náuseas, diarrea, cólicos menstruales y flatulencia, de acuerdo a la Universidad de Maryland.
Para hacer una taza de té de menta natural, las hojas frescas de la planta deben exponerse a la luz indirecta del sol por un día, cuando estén secas y crujientes, verter agua hirviendo sobre 2 cucharadas de hojas secas, tapar y dejar reposar durante 15 minutos, luego añadir unas cinco hojas de menta fresca, por 5 minutos, colar y consumir. Endulzar con miel si se desea.
Para tener en cuenta; según la medicina hindú “Ayurveda”, una de las más completas y antiguas del mundo, reconocida por la OMS, la menta favorece el control del peso corporal, recomendando consumirla no solo en forma de té, sino en su estado fresco para aderezar ensaladas o incluirlas en los jugos y batidos vegetales.