La funcionalidad del selenio es a manera de antioxidante, cuyas funciones son necesarias para la correcta actividad de la glándula tiroides y el sistema inmunológico, por ejemplo, así como también una deficiencia crónica de este elementos esencial puede conducir a una variedad de problemas de salud, entre los que se incluyen las enfermedades cardiacas y uno de los síntomas comunes de su deficiencia son los latidos irregulares del corazón.
El organismo utiliza el selenio para elaborar lo que se conoce como “selenoproteínas” o enzimas antioxidantes muy importantes para la salud, ya que tienen la capacidad de destruir a los radicales libres y ayudar a su vez a prevenir el daño a los tejidos, particularmente en los vasos sanguíneos. Como poderoso antioxidante natural el selenio se potencia cuando se combina con la vitamina E y el beta-caroteno.
Otros tipos de selenoproteinas ayudan a regular la tiroides o glándula de control para el metabolismo, así como incrementar la respuesta inmune del organismo haciéndolo más eficiente en la lucha contra las infecciones y otras enfermedades.
El selenio no es directamente necesario para la función del corazón o para mantener un ritmo cardíaco normal, sin embargo su deficiencia se relaciona con problemas cardiovasculares.
Existen diversos estudios sobre la relación entre su deficiencia y el desarrollo de enfermedades del corazón, así como del hipotiroidismo y la inmunidad debilitada, ya que en general la falta de antioxidantes en el cuerpo está vinculada a enfermedades del corazón, porque los radicales libres cuando no son controlados (función que cumplen los antioxidantes), estas moléculas son capaces de dañar las paredes interiores de las arterias y promover así el desarrollo de la aterosclerosis o la obstrucción de las arterias, condición que aumenta la presión arterial y por lo tanto perjudica la salud cardiaca.
La recomendación diaria de selenio para la mayoría de los adultos es de 55 microgramos, según los Institutos Nacionales de Salud, mientras que para las mujeres que están embarazadas y amamantando debe oscilar entre los 60 y 70 microgramos, respectivamente.
Algo para tener en cuenta: Las personas que fuman, beben alcohol, toman pastillas anticonceptivas o tienen enfermedades de mala absorción, como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, se encuentran expuestos a un mayor riesgo de deficiencia de selenio y por lo tanto de enfermedades cardiacas, entre otras.