El puerro crece en toda la zona mediterránea y se trata de un vegetal emparentado con la cebolla y el ajo, con los que comparte componentes activos y por lo tanto también grandes propiedades para la salud.
El puerro es un vegetal altamente digestivo que es capaz de actuar como un verdadero bálsamo en el estómago, formando así una película protectora.
A esta propiedad principal frente al sistema digestivo se le puede añadir que tiene también propiedades antibacterianas por lo que su consumo es altamente útil para prevenir las gastritis de origen infeccioso.
Además es uno de los más útiles alimentos para tratar el estreñimiento a través de los hábitos dietéticos (LINK 537) ya que entre sus componentes encontramos mucílagos.
Los mucílagos forman una delgada capa protectora sobre las mucosas, pero además, son sustancias que se hinchan con el agua formando un líquido viscoso, relajando así el contenido intestinal y favoreciendo la expulsión de las heces.
La manera más idónea de incluir el puerro en nuestra alimentación es a través de caldos y potajes o guisos. Esto no sólo proporciona un intenso sabor a la preparación culinaria sino que además permite extraer todos sus principios activos.
Si además a las sopas o caldos les añadimos un poco de limón potenciaremos el efecto antibacteriano del puerro.
El puerro también es perfectamente comestible incorporado a cualquier salteado siempre que la cocción se haya hecho del modo adecuado, ya que comer el puerro en forma cruda puede ser irritante.
Tras incluirlo en la dieta el puerro puede dar problemas de gases pero éstos siempre son leves y se evitan si el puerro es introducido de forma progresiva en la dieta y no se toma en grandes cantidades.
El puerro es un excelente remedio digestivo por todas sus propiedades y principios activos, pero si quieres aprovechar al máximo sus virtudes nuestro último consejo es que este alimento sea ecológico, ya que esto evita el nocivo aporte de tóxicos.