Desde siempre todos sabemos que plantas como la manzanilla ha sido el remedio natural más utilizado para combatir los problemas digestivos. Tomada en infusiones la manzanilla común favorece las digestiones al aumentar la producción de jugos gástricos en nuestro estomago. Es un perfecto antiespasmódico relajando los músculos intestinales y el aceite de esencia de manzanilla es muy buen antiinflamatorio.
La albahaca tiene las mismas propiedades que la manzanilla favoreciendo que nuestro estómago produzca los jugos gástricos necesarios para una buena digestión. Además esta planta se ha utilizado tradicionalmente para aliviar problemas derivados de la anorexia, oliguria, retención de orina, edemas o sensación de plenitud después de las comidas.
El romero es muy bueno para reducir la generación de gases y favorecer su eliminación.
La salvia, o la ajedrea y el té de roca (ambos con efecto antidiarreico) y el poleo menta son plantas que nos ayudarán en los procesos de digestiones pesadas. Aunque hay que advertir que el poleo menta deprime el sistema nervioso central por lo que tiene propiedades excitantes y puede provocar dificultad para conciliar el sueño. Por este motivo es mejor tomarlo por las mañanas.
La mejorana, algo más desconocida es utilizada para el tratamiento de espasmos abdominales y gastitris.
La papaya o la piña por su gran contenido en fibra, combate el estreñimiento favoreciendo la evacuación intestinal y la digestión de las proteínas.