Entre los beneficios de la yuca o mandioca, cabe destacar su poder depurativo, debido a su contenido en resveratrol. Este principio activo es capaz de reducir los niveles de colesterol en sangre y a la vez mejora la circulación sanguínea al influir en la agregación plaquetaria. Así, la yuca sirve para prevenir arterioesclerosis y trombos, además de facilitar un correcto drenaje linfático. El poder desintoxicante de la yuca se refleja también en el caso de personas con problemas de gota o de exceso de ácido úrico, quienes mejoran con el consumo habitual de la planta.
Los indígenas de la zona de México empleaban la yuca como laxante natural. Sin embargo, la yuca es rica en taninos y, por lo tanto, ayuda a controlar diarreas y colitis.
Otras propiedades medicinales de la yuca se relacionan con su acción antiinflamatoria, tanto cuando se consume por vía oral como mediante su aplicación tópica. Por ello, la yuca es empleada desde muy antiguo como un remedio natural para mitigar dolores en general, especialmente los de tipo articular: artritis, artrosis y reuma.
En la actualidad se estudia la relación entre las saponinas de la yuca y el descenso en la intensidad de los procesos alérgicos. Este aspecto contrasta con la acción inmunoestimulante de la yuca, pero no es incompatible.
Otro de los beneficios de la yuca, en este caso para su uso externo, son sus propiedades bactericidas, que explican el uso del jugo de la planta para la desinfección de pequeñas heridas.
La yuca dulce nunca debe consumirse cruda, es necesario cocinarla, pues posee unas toxinas suaves que se destruyen con el calor.