Uno de los beneficios de la rubia (Rubia tinctorum) más notable tiene que ver con las vías urinarias. Las propiedades diuréticas de la rubia estimulan la producción de orina, combatiendo edemas y ayudando a controlar la hipertensión arterial.
Mientras, su acción antiséptica se deja sentir en el interior las vías urinarias y la vejiga, haciendo el medio inapropiado para la multiplicación de bacterias.
En casos de cistitis, pielitis o uretritis, el consumo de rubia ejerce una función de arrastre con el incremento de la micción a la vez que ayuda a la curación de las infecciones urinarias.
La raíz de rubia facilita la secreción de bilis y con ello ayuda a digerir las grasas y alivia el trabajo del hígado cuando éste pueda estar sobrecargado.
El consumo de rubia tinctorum también permite aliviar las molestias asociadas a la dismenorrea.
Las propiedades medicinales de la rubia cuando se emplean para tratar diarreas se deben a las sustancias astringentes presentes en las flores de la planta, mientras la raíz posee efectos laxantes.
La parte de la rubia más empleada con fines medicinales es la raíz de ejemplares de más de dos años.
Nota: El consumo de rubia puede dar a la orina un color rosáceo que no reviste gravedad alguna.