El tomillo es una hierba aromática típica de los países de clima mediterráneo, donde crece de manera silvestre. Nunca ha sido un producto caro, pero desde muy antiguo se aprecian las propiedades medicinales del tomillo, que le hacen estar presente en numerosos tratamientos naturales.
Existen varios tipos de tomillo, e incluso con variar el terreno donde se cultiva se observan modificaciones en las proporciones de aceites esenciales responsables de los beneficios del tomillo para la salud. Aún así, al ser una planta carente de toxicidad y de efectos secundarios siempre y cuando se use en las dosis adecuadas, tampoco es un problema recurrir a un tipo de tomillo más rico, por ejemplo, en timol que otro.
Los beneficios del tomillo se dejan sentir en el aparato digestivo, donde la planta permite mejorar las digestiones pesadas, aliviar problemas estomacales, incrementar la secreción de bilis e incluso tratar dolores intestinales.
Debido a sus propiedades carminativas y el tomillo tiene el poder de reducir gases y aerofagias
Otros beneficios del tomillo se aprecian en las afecciones del aparato respiratorio, por las propiedades antisépticas, mucolíticas y expectorantes de esta planta medicinal, la cual puede aprovecharse de maneras muy variadas: vahos, infusiones, melatos…
La miel de tomillo, obtenida de las abejas que se alimentan fundamentalmente del polen de las flores de esta planta medicinal, es una de las mejores mieles para aliviar y prevenir las molestias de las vías respiratorias.
Las propiedades antisépticas del tomillo se aprovechan en el tratamiento de afecciones de la boca y la garganta, mediante enjuagues o gargarismos, así como en problemas cutáneos.
La infusión de tomillo ayuda a combatir el exceso de grasa en la piel y sanea el cuero cabelludo, ayudando a prevenir la caspa.
Para finalizar, el tomillo posee propiedades depurativas, al estimular la producción de orina y ser sudorífico.