La anemia es un descenso en el número de hematíes o glóbulos rojos, en su contenido en hemoglobina o, si hablamos de anemia ferropénica, en el hierro necesario para formar la hemoglobina.
La mayoría de las anemias se deben a una alimentación deficiente o a hemorragias y, de manera general, requieren un buen aporte de las vitaminas B1. B6, B9 y B12, así como de hierro en el caso de las anemias ferropénicas.
Entre los beneficios de la remolacha o betabel de mesa se encuentra la combinación de sus nutrientes. Un mismo producto aporta las vitaminas necesarias para la formación de hematíes en cantidades importantes, a excepción de la vitamina B12, siendo además un alimento apto para personas con el aparato digestivo delicado, que tal vez no digerirían bien otros alimentos de acción antianémica como las vísceras.
Además la remolacha proporciona una buena cantidad de vitamina C, imprescindible para asimilar el hierro en el intestino y, por tanto, para prevenir y tratar la anemia ferropénica. Debe tenerse en cuenta que se asimila mejor el hierro de los alimentos que el de los suplementos a base de sales de azufre, las cuales acaban volviendo al intestino “perezoso” a la hora de asimilar el nutriente de manera natural.
Al contrario de los suplementos artificiales, los alimentos ricos en hierro no suelen producir estreñimiento, y mucho menos la remolacha, pues su aporte de fibra insoluble es considerable.
Para casos leves de anemia se suele recurrir a la toma de ácido fólico (vitamina B9) + hierro + vitamina C. Con estas tres sustancias el organismo suele recuperarse. Y las tres se pueden encontrar en un mismo alimento, como es el caso de la remolacha roja.
El aporte en minerales como yodo, fósforo, calcio y potasio ayuda a reducir la sensación de fatiga asociada a la anemia.