En una cucharada de aceite de coco tenemos casi el 60 por ciento de grasas saturadas y el 40 por ciento restante de grasa insaturada (saludable), pero lo que debemos saber es que si bien tiene mayor concentración de grasas saturadas y son consideradas responsables de elevar el colesterol malo o LDL, estas son de origen vegetal y no estimularían la dislipidemia (altos niveles de colesterol en sangre), considerándose inclusive benéfico para reducir la grasa abdominal.
Si bien el aceite de coco es muy rico en grasas no necesariamente la incrementará en el organismo, ya que una vez más y contrariamente a la opinión pública, no toda la grasa es fácilmente absorbida y utilizada por el cuerpo (especialmente las grasas de cadena mediana o corta y el aceite de coco es de cadena media). En otras palabras, el consumo de formas naturales de grasa saturada no hará engordar, necesariamente.
Un estudio publicado en la revista “Lipids” concluye: "Parece que la suplementación dietética con aceite de coco no causa que suban los niveles de colesterol malo en la sangre y parece promover una reducción de la grasa abdominal".
El aceite de coco aumenta el colesterol HDL o colesterol bueno, por lo tanto nos encontramos con la otra cara de la moneda, por ello algunos investigadores afirman que el colesterol, es el colesterol, no es ni bueno ni malo, solo que debe mantenerse en equilibrio o en niveles saludables de colesterol HDL.
El aceite de coco tiene propiedades anti-microbianas, según un resumen de un estudio en el Journal of Medicinal Food que concluyó; "Hay que destacar que el aceite de coco es activo contra las especies de Cándida, en una concentración del 100 por ciento, comparado con el fluconazol. El aceite de coco se debe utilizar en el tratamiento de infecciones fúngicas en vista de las nuevas drogas resistentes a especies de Cándida".
Ya hace 4.000 años, la antigua medicina hindú (Ayurveda) reconocía en el aceite de coco propiedades medicinales extraordinarias, residiendo en los ácidos grasos de cadena media y mono glicéridos dicho poder de curación según lo confirman estudios actuales.