Según los últimos estudios científicos las almendras poseen una composición muy especial para la salud del hígado, ya que contienen grasas polinsaturadas o saludables, magnesio, calcio, fibra y una gran cantidad de antioxidantes naturales, capaces de ayudar al hígado en sus innumerables funciones, evitando desequilibrios como sucede con el famoso colesterol.
Según los últimos estudios nutricionales, los antioxidantes contenidos en las almendras sumados a sus otros componentes, desempeñan un rol puntual sobre las funciones hepáticas y podrían incluso reemplazar a los medicamentos utilizados por la medicina para reducir los niveles de colesterol, como es caso de las estatinas.
Una investigación publicada en la revista Journal of Nutrition, demostró que el tipo de antioxidantes contenidos en las almendras son capaces de reducir significativamente los niveles de colesterol, así como otro estudio publicado en la revista American Journal of Clinical Nutrition realizó una comparación entre los efectos del consumo de almendras con el de los medicamentos (estatinas), recetados para reducir el colesterol.
Como resultado de este último estudio se concluyó que las almendras pueden representar una alternativa natural a los medicamentos farmacéuticos en casos leves, así como también se pueden considerar como un recurso complementario del tratamiento medico en casos graves, para obtener mejores resultados y a la vez reducir las dosis de medicamentos sintéticos.
En resumen, una persona con niveles no muy elevados de colesterol puede acceder al consumo de almendras como tratamiento natural alternativo, no así aquellos cuyos niveles son muy altos, ya que en tal caso deben recurrir a la combinación de los medicamentos recetados y potenciar el tratamiento con la ayuda del fruto seco.
Otro estudio descubrió que las almendras tienen la capacidad de promover el buen desarrollo de la flora intestinal, lo que se traduce en incrementar la población bacteriana saludable, favoreciendo así la función hepática y ésta aumentar la producción de colesterol bueno o HDL, que llevaría al equilibrio los niveles totales de colesterol en sangre.