Existen diversas proteínas que transportan estas grasas llamadas colesterol. El colesterol transportado por la proteína LDL se conoce como el colesterol malo, porque es el que acumula en las arterias formando placas de grasa (ateroma) que las obstruyen. El colesterol transportado por la proteína HDL se conoce como el colesterol bueno dado que no supone ninguna amenaza para el buen estado de las arterias.
Las grasas a partir de las cuales se forma el colesterol son aquellas que provienen de alimentos de origen animal, especialmente de las carnes grasas como las del cerdo. Este tipo de grasas son las saturadas y también se encuentran en alimentos como la mantequilla, la bollería industrial y las distintas clases de embutidos grasos. Para poder prevenir el colesterol es imprescindible restringir en la medida de lo posible estos alimentos.
Otro factor de gran importancia en la prevención del colesterol son los ácidos grasos insaturados. Estos ácidos grasos se caracterizan por tener dobles enlaces entre carbonos, esto se traduce en que tienen una apariencia más líquida, como es el caso del aceite de oliva. Es importante cocinar y aliñar todos los alimentos con aceite de oliva, huyendo de otros tipos de aceite con un mayor grado de saturación.
También es necesario ingerir de forma semanal pescado, frutos secos como las nueces y semillas vegetales ya que estos alimentos son ricos en ácidos grasos omega 3 y 6. Estos ácidos grasos son esenciales, es decir, únicamente se pueden obtener a través de la dieta porque el cuerpo no los puede sintetizar y son imprescindibles para mantener unos correctos niveles de lípidos en sangre y prevenir el colesterol.