Los porotos negros destacan por su contenido en proteínas y fibra dietética, una fórmula ideal para mantener el equilibrio de los niveles de azúcar en sangre.
El tipo de hidratos de carbono complejos que poseen permite una administración gradual de la energía, a diferencia de los simples como los contenidos en el azúcar blanco, estos últimos llevan al desequilibrio por extremar los niveles que luego descenderán abruptamente, alterando así la producción de la hormona “insulina”.
Las proteínas y la fibra brindan un ritmo moderado al sistema digestivo estabilizando tanto la absorción de nutrientes como su descomposición, situación que alcanza a los azúcares simples, lo cual ayuda a prevenir picos de absorción desde el tracto digestivo.
Cuando la absorción del azúcar se hace demasiado fácil o de una vez, puede dar lugar a un desequilibrio en la sangre no deseado.
Así como también cuando es muy poca la absorción de azúcar simple puede resultar en una disminución en sangre no deseada, por lo tanto cualquier extremo puede desestabilizar el equilibrio de azúcar en sangre, de esto se deduce que las legumbres son el alimento ideal en este caso particular, por brindar estabilidad a los procesos.
Los 15 gramos de fibra y 15 gramos de proteína contenidas en una taza de porotos negros tienen la capacidad de evitar los dos extremos (liberación excesiva o insuficiente de azúcar simple en el sistema).
Con respecto a la prevención de la diabetes tipo 2, los investigadores se han interesado especialmente en algunos de los efectos inhibidores de alfa-amilasa contenida en el poroto negro, ya que posee compuestos de origen natural capaces de disminuir la actividad de estas enzimas.
Los investigadores también relacionan que los inhibidores de alfa-amilasa trabajan junto con las proteínas y la fibra para ayudar a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre, lo cual hace que los porotos negros sean especialmente valiosos para la regulación de azúcar en la sangre.