Las purinas representa sustancias que derivan de la descomposición de las proteínas a través de la digestión de los alimentos y algunos contienen niveles extremadamente altos.
El ácido úrico se produce a partir de la descomposición de las purinas, por lo cual una dieta rica en alimentos que generen excesos de purinas, inevitablemente elevarán los niveles del ácido en cuestión y este en exceso genera cristales que se depositan en las articulaciones perjudicándolas de distintas formas.
Las cristalización de ácido úrico es nociva para la salud de las articulaciones, ya que puede acumular a su alrededor causando los síntomas de la gota, que se traducen en inflamaciones dolorosas y en el tiempo perdida de movilidad. Por lo tanto para evitar este problema optar por una dieta baja en alimentos ricos en purina es la mejor opción.
Según los especialistas de la Universidad de Pittsburgh para tratar los altos niveles de ácido úrico recomienda evitar los productos de alto contenido de grasa, como galletas, papas fritas, francés tostadas, magdalenas y tortitas, consumiendo en su reemplazo panes y cereales integrales, salvado, germen de trigo y avena.
Con respecto a los zumos de fruta y frutas, se puede comer un total de dos a cuatro porciones diarias de todas las frutas y zumos, aunque se deben limitar la ingesta de aguacates, que son altos en grasa. Otros alimentos que son moderados en el contenido de purinas son; los espárragos, coliflor, frijoles secos, arvejas, lentejas, champiñones y espinacas.
En lo que respecta a los productos lácteos se recomienda el consumo solo de dos porciones diarias de leche descremada o baja en grasa o yogur bajo en grasa, evitando la leche entera, la nata y crema agria en conjunto.
Como decíamos al principio los alimentos muy ricos en proteínas lo son en purinas, por lo tanto las carnes deben ser limitadas en una dieta para reducir los niveles orgánicos de ácido úrico, recomendándose limitar el consumo diario a un total de 6 onzas o menos.
Entre las carnes permitidas encontramos la carne de res magra, cordero, cerdo y ternera, el pescado, las aves de corral y las que se deben evitar por completo son: las anchoas, mollejas, vísceras, ganso, el arenque, la caballa, carne picada, mejillones, sardinas y vieiras.