Las arterias coronarias llevan sangre al corazón, pero si se estrechan por una sustancia grasa llamada “placa” la sangre tiene dificultades para llegar a su corazón incrementando la presión arterial y produciendo síntomas de dolor en el pecho, dificultad para respirar, náuseas, vómitos y mareos.
Los cambios en la dieta pueden ayudar a tratar los factores de riesgo cardiaco, previniendo la acumulación de placa en las paredes arteriales y con ello reduciendo la posibilidad de ataques cardiacos, accidentes cerebro-vasculares (ACV) e hipertensión según la Academia Americana de Médicos de Familia.
El objetivo de una dieta para ayudar a tratar la enfermedad coronaria es disminuir las grasas y el colesterol que se acumulan en las arterias promoviendo el consumo de alimentos que ayuden a prevenir la formación de placa arterial o que generen una ruptura de la misma, entre ellos mencionaremos;
Una dieta saludable para el corazón debe limitar las grasas saturadas a menos del 7 por ciento de la ingesta calórica diaria y las grasas trans a menos del 1 por ciento, que se encuentran por lo general en las grasas sólidas como la mantequilla, margarina y la manteca, así como también en las carnes rojas.
Sin embargo las grasas mono insaturadas y poliinsaturadas son consideradas como saludables, ya que a diferencia de las anteriores tienen la capacidad de disminuir el colesterol en la sangre y ayudar a prevenir la acumulación de placa.
Las grasas saludables se encuentran en los aceites de origen vegetal, frutos secos y los aguacates, todos alimentos saludables para el corazón.
De acuerdo con las instituciones internacionales de salud, consumir una a dos porciones de pescados y mariscos por semana benefician a los pacientes con enfermedad cardíaca coronaria, ya que estas carnes son muy ricas en ácidos grasos omega-3, encontrándose particularmente en pescados como el salmón, la caballa y el arenque, que poseen los niveles más altos. Por ello se recomienda a los pacientes cardiacos reemplazar las carnes rojas por la de pescado que además proveerá de la proteína necesaria para el correcto funcionamiento orgánico.