Melaza y limón, una combinación natural para bajar de peso

Pasos para aplicar esta dieta a base de melaza y limón

La combinación de limón y melaza es un método adelgazante natural que se ha difundido por décadas en el ámbito de la dieta adelgazantes y que se ha mantenido en el tiempo, ya que además de estimular el metabolismo en lo que respecta a la quema de grasas, también aumenta la energía a la vez que cumple una acción desintoxicante, según investigadores de la Universidad del Sur de California.

Uno de los métodos más eficaces para adoptar esta combinación adelgazante natural es consumirla de la siguiente manera:

Como primer paso lo ideal es consultar a su médico antes de comenzar una dieta de melaza y limón acerca de los riesgos o complicaciones que están involucrados con el ayuno, para que determine si su estado de salud le permite llevarla a cabo.

Dieta de melaza y limón

=> Mezcle 2 cucharadas de jugo de limón, 2 de melaza y una pizca de pimienta de cayena con 1 litro de agua purificada. Beba la preparación de entre seis y doce veces al día o cada vez que tenga hambre, evitando alimentos sólidos durante la duración de la limpieza, que también puede incorporar frutas variadas en el caso de no soportar esta dieta líquida.

=> Tome 1 vaso de una preparación laxante natural cada mañana combinando 2 cucharadas de sal de mar orgánica con 1 litro de agua purificada y espere a que la mezcla trabaje por una hora después de consumida. Este procedimiento limpiará de toxinas al organismo acentuando la función adelgazante de la combinación de melaza con limón.

=> Beba mucha agua durante todo el día para mantenerse hidratado.

=> Al terminar el tiempo elegido para la dieta de acuerdo a la opinión profesional, comience una transición lenta hacia los alimentos enteros después de completar la limpieza, eligiendo alimentos sanos y naturales como frutas, verduras, pescado, pollo y granos enteros para mantener el peso. Evite los alimentos procesados que pueden causar aumento de peso.

Para tener muy en cuenta; resista la tentación de darse un atracón después de la limpieza, para evitar el aumento de peso rápido.