Para mantener nuestra memoria en óptimas condiciones deberemos asegurar el consumo equilibrado y variado de nutrientes tales como grasas, proteínas, carbohidratos y micronutrientes, ya que las grasas aportan ácidos grasos, las proteínas se descomponen para proporcionar aminoácidos, los hidratos de carbono son la fuente de la glucosa y los micronutrientes proporcionan antioxidantes.
Algunos alimentos contienen nutrientes que afectan la memoria en un mayor grado que otros, así por ejemplo los alimentos ricos en ácidos grasos saludables omega-3 mejoraran las funciones cerebrales por ser el principal componente del cerebro. Estos ácidos saludables promueven la comunicación entre las células cerebrales y así mejoran las funciones cognitivas, tales como la percepción, el pensamiento, el razonamiento y la memoria. Los peces agua fría como el salmón, el atún y el arenque, son los más ricos en ácidos grasos omega-3, pero también se pueden encontrar en el mundo vegetal, por ejemplo en las nueces, semillas de lino y chía.
Los alimentos ricos en vitaminas del complejo B son otros nutrientes esenciales que mejoran la memoria y las podemos encontrar en alimentos tales como la leche, la espinaca, el brócoli, espárragos, fresas, cítricos, los melones, los productos a base de soja, frijoles negros, panes y cereales integrales. Las vitaminas del grupo B ayudan a descomponer los aminoácidos que son tóxicos para las células nerviosas, además estimulan la producción de glóbulos rojos y son esenciales para transportar oxígeno al cerebro.
A medida que envejecemos las vitaminas del grupo B, especialmente B-12, no se metaboliza con la misma facilidad que en personas más jóvenes, por ello además de los alimentos enriquecidos con vitaminas del complejo B, la adición de un suplemento a la dieta es una muy buena opción saludable para nuestra memoria.
Las bayas y especialmente los arándanos, las moras, las batatas, tomates rojos, el hígado, la espinaca, el brócoli, cítricos y frutos secos son extremadamente ricos en antioxidantes como las vitaminas C y E, que ayudan a neutralizar los radicales libres, átomos que se forman cuando el oxígeno se combina con ciertas moléculas y en el tiempo su presencia puede causar daño a nivel cerebral, resultando en la pérdida de memoria por ejemplo.
Además los alimentos ricos en antioxidantes ayudan a mejorar el flujo de oxígeno en todo el cuerpo y el cerebro lo requiere en mayor medida para funcionar correctamente.