La endometriosis se caracteriza por un desplazamiento de las células endometriales o sea las que recubren el interior del útero, las cuales de forma regular son arrojadas durante el proceso de la menstruación, sin embargo estas células pueden adherirse al tejido fuera del útero y más comúnmente en los ovarios, el intestino, la vejiga o de la superficie intestinal, cuando se desarrolla la enfermedad.
Entre sus síntomas, la endometriosis puede causar dismenorrea, sangrado excesivo, dolor al orinar, problemas digestivos e infertilidad, sin embargo ciertas pautas dietéticas pueden ayudar a aliviar sus síntomas y hasta prevenirla. Independientemente de la causa.
La endometriosis se encuentra alimentada por los estrógenos que aceleran la reproducción de estas células, y que por lo tanto la restricción de estrógenos desacelerará su reproducción.
Los enfoques dietéticos destinados a la reducción del estrógeno son los que benefician el tratamiento natural de la endometriosis. Una dieta saludable donde se eliminen alimentos generadores de estrógeno y una rutina regular de ejercicio ayudará a reducir sus niveles de estrógeno y regular sus niveles hormonales.
Un estudio publicado en "Reproducción Humana", definió la relación entre la dieta y la endometriosis pélvica, generando como resultados que el incremento del consumo de alimentos como frutas y verduras puede reducir el riesgo de endometriosis y a la inversa el consumo de carne roja y jamón aumenta dicho riesgo.
La fibra es otro factor dietético que ayuda a la salud digestiva mediante la mejora de la motilidad intestinal, el aumento de volumen de las heces y la promoción de la regularidad, por lo cual durante la menstruación la fibra ayuda a aliviar los gases y la hinchazón, así como también tiene la capacidad de reducir el nivel de estrógeno que circula en el cuerpo.
Los alimentos ricos en fibra incluyen las frutas como; manzanas, fresas, melón, peras y plátanos, hortalizas como el brócoli, guisantes, espinacas y alcachofas, legumbres como; guisantes y lentejas, granos enteros como; arroz integral, avena, cereales y frutos secos como; almendras, pistachos y nueces.