La alimentación que seguimos en la actualidad difiere mucho de una alimentación saludable: tomamos grasas en exceso (en muchas ocasiones son grasas nocivas), mezclamos muchos grupos de alimentos y además el ritmo social nos empuja a comer de forma rápida.
Todo ello puede afectar a nuestra digestión ocasionándonos problemas como pesadez de estómago, gases, cansancio excesivo tras las comidas o estreñimiento.
El tratamiento más natural posible consiste en corregir estos malos hábitos de alimentación y en incluir alimentos funcionales que nos puedan ayudar a resolver este problema, como es el caso de la papaya.
Esta fruta procede de un árbol originario de México y sus propiedades se derivan de un potente principio activo: la papaína.
La papaína actúa en nuestro interior de una forma muy similar a otras enzimas digestivas que poseemos de manera natural.
Favorece la digestión de la carne y todas sus proteínas tratando de manera efectiva todos los problemas digestivos que se derivan de una ingestión excesiva de grasa o comidas demasiado copiosas.
La opción más natural y la más recomendada es ingerir la fruta siempre que sea posible. Tomando la papaya como postre notaremos como la comida se nos antoja más ligera y la digestión se realiza de manera adecuada sin notar ninguno de los síntomas que hemos nombrado anteriormente.
Si esta medida no te resulta efectiva, o si bien no tienes oportunidad de consumir papaya de manera natural, puedes tomar complementos nutricionales a base de papaya, que contienen altas concentraciones de papaína.
En este último caso resulta imprescindible que sigas las recomendaciones especificadas en el envase y no sobrepases la dosis diaria indicada.
Es importante recordar que si padeces síntomas de mala digestión debes actuar corrigiendo tus hábitos de alimentación.
La papaya para mejorar la digestión es una fruta excepcional, pero resultará verdaderamente eficaz en el contexto de una dieta adecuada y equilibrada.