Las semillas de cáñamo carecen de efectos psicotrópicos o adictivos y son uno de los alimentos más ricos tanto en proteínas de buena calidad como en grasas. No obstante, el 80% de sus grasas son ácidos grasos insaturados, que protegen el sistema cardiovascular, ayudan a controlar los niveles de colesterol y triglicéridos e incluso tienen una acción antiinflamatoria natural.
Los beneficios de las semillas de cáñamo van más allá, por ser un alimento muy rico en hierro y en magnesio. El hierro, junto con su aporte en vitaminas del grupo B, hacen recomendable el consumo de una o dos cucharadas de semillas de cáñamo en caso de anemia. El magnesio ayuda en los periodos de fatiga física y mental y además se ha demostrado que previene ciertos tipos de cáncer, a la vez que mejora el estado de la piel, el cabello y los músculos.
Tanto las semillas de cáñamo como el aceite obtenido de ellas son mucho más ricos en vitamina E que el germen de trigo, otra panacea nutricional. Las propiedades antioxidantes de las semillas de cáñamo hacen su consumo recomendable en caso de enfermedades degenerativas lentas como la artrosis. En los países donde no está prohibida su venta, muchas personas consumen las semillas de cáñamo en forma de germinados.
Por si esto fuera poco, el aceite de cáñamo tiene propiedades medicinales. Resulta muy interesante su acción equilibrante sobre pieles tanto demasiado secas como grasas en exceso, y se usa combinado con otros aceites para tratar multitud de afecciones cutáneas o capilares.
En ocasiones las semillas de cáñamo reciben un tratamiento para evitar que puedan germinar. Otras veces se comercializan peladas y trituradas, con la misma finalidad, mientras en algunos países no existe problema en la venta de las semillas si proceden de plantaciones que cuentan con el derecho de explotación con fines alimentarios.
Con el aceite de cáñamo suele haber menos problemas, pero pese a ser muy saludable (con una pequeña cantidad al día es más que suficiente para apreciar sus beneficios), ya no aporta la misma cantidad de hierro y de magnesio que las semillas, y por supuesto nada de fibra.