Existen dos tipos de caspa. Uno es la caspa grasa, el más común, caracterizado por pequeñas descamaciones del cuero cabelludo y que puede ir acompañado de dermatitis seborreica. La caspa seca se distingue por desprenderse en capas grandes de piel, que en ocasiones dejan heridas en el cuero cabelludo.
Los tratamientos naturales con ortiga están recomendados en principio sólo para caspa grasa, no obstante, el remedio casero que se explica a continuación sirve para ambos tipos, por contener aceite de ricino, un buen humectante.
Se recogen unos 100 gramos de hojas frescas de ortiga y se machacan con la ayuda de un paño limpio, presionando y retorciendo bien el mismo para aprovechar todo el jugo posible y a la vez separarlo de los pelillos urticantes de las hojas de ortiga.
El líquido obtenido se guardará en una botella de cristal oscuro y se mezclará con 40 gramos de aceite de ricino. Con una pequeña cantidad de esta mezcla se friccionará suavemente durante unos minutos el cuero cabelludo, tres veces al día, lavándolo una vez al día con un champú adecuado.
En caso de no disponer de aceite de ricino, se podría mezclar el jugo de ortiga con miel (unas tres cucharadas para la misma cantidad de hojas frescas de ortiga). En este caso el producto se añadiría antes del lavado, dejándolo actuar al menos 10 minutos y se repetiría con la frecuencia de lavado que fuera necesaria (una vez al día o cada dos si hay tendencia a la seborrea, o con menor frecuencia en caso de caspa seca).
Si se sufre de caspa grasa deberá usarse para lavar el cuero cabelludo un champú astringente o incluso jabón natural, mientras que si el problema a tratar es la caspa seca, el champú deberá ser suave y preferentemente enriquecido con aceites vegetales.