Los beneficios del abedul como depurativo a nivel renal se concentran especialmente en las hojas, donde hay una mayor presencia de flavonoides, especialmente de hiperósido, principio activo de propiedades diuréticas y depurativas.
Esta acción diurética del abedul está relacionada con su capacidad para favorecer la eliminación de cloruros, permitiendo tratar problemas de retención de líquidos o edemas.
También resulta eficaz en casos de exceso de ácido úrico y problemas de gota. Las propiedades diuréticas del abedul le permiten prevenir la formación de cálculos renales e incluso lograr su eliminación en casos no complicados.
Los beneficios del abedul como depurativo se dejan sentir también a nivel del hígado y de la vesícula biliar, resultando eficaz en el tratamiento de eccemas y problemas de piel asociados a un mal funcionamiento de estos órganos.
Ante un problema de insuficiencia hepática leve o moderado, la acción colerética del abedul ayuda a la digestión de las grasas al estimular la producción de jugos biliares.
Del abedul se emplea casi todo el árbol con fines medicinales: hojas, yemas, flores, salvia y corteza.
En dosis adecuadas, el abedul no presenta toxicidad alguna. Pero se desaconsejo el uso de aceites esenciales de abedul para uso interno a mujeres embarazadas y lactantes, así como a personas con edemas ligados a insuficiencia cardiaca, sin consultar previamente al doctor.