En el aceite de borraja hay una rica cantidad de grasas insaturadas, sobretodo de ácidos grasos como puedan ser el gamma-linolénico y linoleico. Estos dos ácidos grasos son esenciales, y por tanto nuestro organismo los necesita y es incapaz de producirlos por sí mismo.
Esto hace que su aporte diario a través de la alimentación sea muy recomendable.
A partir de las semillas de la borraja es posible extraer el ácido gammalinolénico y el ácido linolénico, principales ácidos grasos esenciales del aceite de borraja. Estos dos componentes son precursores de los fosfolípidos que constituyen una parte importante de las membranas celulares.
Además, si se toman de forma oral este aceite ayuda de forma activa a evitar que la piel se deshidrate, que es la razón principal del envejecimiento prematuro de la piel. Por esto, el aceite de borraja estimula la hidratación cutánea, que al estar mejor nutrida, se vuelve más suave y con un aspecto más agradable.
Desde antiguo, el aceite de borraja se ha utilizado para que las arrugas tarden en aparecer y para que la piel gane en elasticidad y firmeza. También para hacer desaparecer, o al menos atenuar, las estrías de la piel. Aplicado sobre uñas frágiles y quebradizas a veces también ha solucionado el problema.
Se aconseja una aplicación diaria para resultados óptimos, conjuntamente con el cuidado cutáneo habitual.