El valor nutricional del polen de abeja y sus efectos sobre la salud cuentan con una evidencia popular abrumadora, encontrándose disponible para el consumo humano en distintas formas, como polvo, gránulos, comprimidos y cápsulas, incrementándose su uso de forma exponencial año tras año, como un potenciador natural de la energía orgánica.
El análisis químico en lo que respecta al valor nutricional del polen de abeja llevado a cabo por laboratorios de investigación en todo el mundo demuestran que cuenta con aproximadamente un 25 por ciento de proteína completa, lo cual se traduce en que contiene todos los aminoácidos esenciales, 12 vitaminas, 11 enzimas y coenzimas, 28 minerales, 14 ácidos grasos saludables e hidratos de carbono complejos que otorgan mayor cantidad de energía de forma sostenida y por más tiempo al cuerpo.
El polen de abeja es también un poderoso antioxidante natural, transformándose desde el punto de vista nutricional en uno de los alimentos más completos que pueda encontrarse en el planeta, por lo tanto esta maravilla nutricional incorporada a cualquier dieta puede equilibrarla solucionando las deficiencias de nutrientes.
El consumo regular de polen de abeja ha demostrado que en el tiempo incrementa la energía en general, a diferencia de los productos vendidos en el mercado como energizantes elaborados a base de cafeína que aumentan la energía rápidamente, pero con efectos momentáneos y perjudiciales para la salud en el tiempo, ya que actúan mediante la estimulación de las glándulas suprarrenales engañando al cuerpo con una falsa sensación de bienestar.
El polen de abeja a diferencia de estos productos proporciona energía natural mediante el suministro de una gran combinación de nutrientes que fortalece al organismo haciéndolo más eficiente en sus funciones naturales.
El consumo de polen de abeja debe ser evaluado por un profesional cuando se es propenso a padecer de algún tipo de alergia alimentaria.