En muchos casos severos de flacidez dérmica sólo la intervención quirúrgica puede solucionar el problema, pero en los otros casos más comunes al modificar la dieta para incluir alimentos que tengan la capacidad de estimular la producción de elastina y colágeno, que son los compuestos naturales que el cuerpo produce, se obtendrá una mayor elasticidad que evitaría la flacidez de la piel.
Así por ejemplo el consumo de cítricos se traduce en un impacto positivo sobre la elasticidad de la piel, ya que su gran contenido de vitamina C, favorece la producción de colágeno. Para tener un parámetro podríamos evaluar que el consumo de una mandarina grande proporciona 32 mg de vitamina C, lo que representa una parte significativa de los 75 a 90 mg que se necesitan a diario, como recomendación, pero además una mandarina también brinda pequeñas cantidades de minerales antioxidantes como el zinc y selenio, ambos nutrientes que ayudan a mejorar la producción de elastina.
Los pimientos verdes representan una fuente excelente de la vitamina C, ya que contienen 119,8 mg por cada taza, cantidad que es mucho más de la recomendada como ingesta diaria, además esta porción de pimientos provee de 0,19 mg de zinc a la dieta, mineral que se debe consumir en un plan de comidas estimándose como medida saludable entre 8 y 11 mg diarios, para aumentar naturalmente la cantidad de elastina que se encargará de apretar la piel suelta.
Las verduras crucíferas son un factor fundamental de salud en distintos de sus niveles, pero en el caso de la piel suelta son más que efectivas. El grupo de las verduras crucíferas incluye las coles de Bruselas, repollo, rábano daikon, nabos, brócoli y berro, todas excelentes fuentes naturales de vitamina C y nutrientes específicos para mantener la salud de la piel.
Así por ejemplo una taza de brócoli picado contiene 81,2 mg de vitamina C, 0,37 mg de zinc y 2,3 mcg de selenio, combinación ideal para producir naturalmente colágeno y elastina.