Mucho se oye hablar en la actualidad acerca de los beneficios del aceite de krill en el colesterol, pero son muchas las personas que no saben exactamente en qué consiste este compuesto ni hasta qué punto puede serle útil para tratar de forma natural el colesterol.
Empecemos pues hablando acerca de la naturaleza de esta sustancia.
El aceite de krill proviene de un crustáceo que habita en las aguas frías del océano atlántico y pacífico, concretamente en aquellos territorios que lindan con la Antártida.
Acerca de este crustáceo se ha averiguado que entre muchas de sus peculiaridades tiene una composición muy rica en ácidos grasos saludables, concretamente en omega 3, 6, 9.
Esto es debido a su composición que como hemos visto es rica en los diferentes ácidos grasos omega. Los ácidos grasos omega disminuyen los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre, previniendo así la formación de placas de ateroma en las arterias y de este modo reduciendo el riesgo de sufrir un accidente cardo vascular.
Es importante destacar que ningún complemento nutricional sustituye una dieta equilibrada, por lo tanto, si decidimos tomar aceite de krill, debe ser en el marco de una dieta equilibrada que nos ayude también a controlar los niveles de lípidos en sangre. Para conseguirlo es imprescindible introducir el pescado azul en nuestra alimentación, también rico en ácidos grasos omega.
Se deben seguir siempre las indicaciones del laboratorio fabricante y controlar periódicamente los niveles de colesterol mediante análisis de sangre.
Si queremos obtener todos los beneficios del aceite de krill en el colesterol es importante adquirir un buen producto, mirar la composición y en este caso es importante también apostar por la sostenibilidad. El krill es un crustáceo imprescindible para mantener el ecosistema por lo que sería bueno que en el envase figure un sello de compromiso con la pesca sostenible.