Uno de los casos más habituales de carencias nutricionales que afectan al cabello es la anemia ferropénica, que cursa con caída capilar excesiva, esto se debe a que el organismo quita nutrientes primero a partes que no son indispensables para la vida. Alimentos como los moluscos, las algas, las legumbres y las vísceras son ricos en hierro y ayudan a evitar la caída del cabello por causa de la anemia ferropénica.
El cabello está constituido única y exclusivamente por una proteína, llamada queratina. Para formar las propias proteínas, el organismo necesita que le aporten proteínas con los alimentos. Las proteínas de origen animal y la proteína de soja son las de mejor calidad, las que más aprovecha el organismo y, en consecuencia, las que más ayudan a fortalecer el cabello en casos de dietas pobres en prótidos.
Las vitaminas del grupo B también ayudan a prevenir la debilidad capilar y la caída excesiva. Los suplementos a base de levadura de cerveza suelen ayudar a recuperar la salud del cabello. También conviene ingerir suficientes legumbres.
Existen minerales indispensables para tener un cabello fuerte y brillante. Uno de ellos es el magnesio, presente en el cacao, los plátanos y los frutos secos. Otro es el zinc, siendo el alimento más famoso por ser fuente de zinc las ostras, aunque también se encuentra en cantidades importantes en los frutos secos. Y el tercer elemento a tener en cuenta es el cobre, presente en las nueces, las avellanas, y las legumbres en general.